Malas noticias se recibieron de las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) este 2012. La hipertensión, la diabetes y la obesidad no sólo aumentaron su incidencia en los 194 países estudiados, sino que se convirtieron en males planetarios. Actualmente existe una nueva epidemia mundial llamada OBESIDAD.
Cada año mueren 2,8 millones de personas por causas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad (ataques coronarios, cerebrales, diabetes y algunos cánceres). Si en 1980 el 5% de los hombres y el 8% de las mujeres eran obesos, en 2008 se llegó al 10% en hombres y 14% en mujeres, más de 500 millones de personas.
América es el continente con mayores problemas, teniendo una población con sobrepeso de (62%) y de obesidad (26%). Según información del Congreso Nacional, en los últimos 30 años Chile ha pasado de ser un país en donde se luchaba contra la desnutrición y las infecciones a ser el 2º país de Sudamérica con más mujeres obesas (33,6%) y el tercero en hombres (24,5%). ¿Pero que, ha propiciado este cambio?, según los especialistas este incremento de peso entre los chilenos puede explicarse por varios factores. Uno de ellos es el hecho de que “la población mejoró su nivel de ingresos. Esto hizo, que tuviera acceso a una mayor oferta de alimentos, pero no hubo políticas que regularan la calidad de la comida a la que se estaba accediendo. Así, las personas se dedicaron a consumir alimentos procesados con alto nivel energético”.
Además dice el texto de la Biblioteca del Congreso Nacional, se agregan serias sospechas acerca de “la manera en que funciona el modelo económico chileno, pues la exageración consumo lleva también a comprar alimentos en mayor cantidad”. Este afán consumista, ha hecho cambiar el estilo de vida y ahora se compra solo alimentos procesados como comida rápida (léase comida chatarra) alta en azucares, grasas, químicos, y todo ello con un alto contenido calórico. Además ha aumentado la compra de bienes de consumo que disminuyen la actividad física, como sucede con el uso de automóviles, electrodomésticos y televisores.
De hecho el sedentarismo afecta al 90% de la población chilena Visto lo anterior, se desprende una pregunta esencial: ¿Qué comen los chilenos? Al observar nuestro largo litoral marítimo, rico en fauna, es extraño leer que chile, es uno de los países con más bajo consumo de pescado, apenas 7 kilos al año contra casi 75 kilos de carnes. En Perú el consumo de pescado es de 22 kilos al año, y en Japón sobrepasa los 50 kilos. En frutas y verduras, se ve similar situación, se consumen por persona 166 gramos diarios, mientras que la OMS recomienda consumir a lo menos 400 grs. diarios. Ahora según los médicos nutricionistas en los hábitos está el error, el pediatra Carlos Castillo menciona la pérdida de hábitos clave para poder contrarrestar la ingesta de alimentos procesados e hipercalóricos, y claro, está de la obesidad: “No sólo estamos dejando de escoger lo que comemos, además se está perdiendo la costumbre de enseñar a cocinar a los niños, una de las únicas herramientas para promover formas naturales de alimentación. Lo mismo ocurre con la pérdida de horarios de alimentación familiar, como almuerzo y cena, base en la transmisión de hábitos alimentarios” indica.
Como país, Chile actualmente está trabajando en una estrategia global contra la obesidad, y ha empezado del 2006 con los niños en las escuelas, creando gimnasios techados, espacios para hacer deporte al aire libre, y regulando la alimentación entregada por JUNAEB. En el Senado se definen otro tipo de estrategias como un etiquetado más estricto de los alimentos y como la restricción a los productos químicos que se les colocan.
Mientras tanto, que podemos hacer nosotros si estamos dentro del porcentaje con sobrepeso, cuando nos bombardean constantemente con super dietas, alimentos que ayudan a adelgazar, diet y otros, si sabemos que perder peso sigue siendo una de las cosas más difíciles que podemos proponernos.
Pues bien aquí expondré algunas sugerencias tomadas del documental “decálogo para adelgazar”, de editorial Odisea, donde el periodista Michael Moesly, demuestra qué métodos realmente funcionan y cuáles, por el contrario, son una auténtica pérdida de tiempo.
Empecemos:
1.No saltarse las comidas. Si no comemos, nuestro cerebro responde de forma mucho más intensa ante los alimentos calóricos. Cuando nos saltamos el desayuno o se vacía el estómago una hormona llamada "grelina" es secretada en el torrente sanguíneo e indica a nuestro cerebro que debe encontrar comida, por lo que nos veremos impulsados a pedir en la próxima comida alimentos más calóricos para compensar. Con lo que nos será muy difícil mantener la fuerza de voluntad frente a los alimentos calóricos que se vienen. Entonces, se recomienda comer a lo menos cuatro comidas diarias sin saltarse.
2.Coma en platos más pequeños. Se ha observado que comiendo en platos más pequeños se come menos cantidad. En promedio un 33% menos. Se hizo un experimento en una cadena de cines donde se entregó a los asistentes dos tipos de paquetes de palomitas, uno más grande que el otro, ambos tenían suficientes palomitas para que los asistentes dejarán. Pues, al final del experimento se analizaron los datos y se obtuvo que los asistentes de los paquetes más grandes comieron un 45% más que los de los paquetes pequeños. ¿Por qué?, solo porque les dieron más.
3.Cuente las calorías, todas las calorías, usualmente las personas creen que comen menos de lo que realmente han ingerido, porque no consideran las calorías de los pequeños, dulces, jugos, bebidas gaseosas, salsas, y otros que ingieren durante el día. Ante todo, analizar todo lo que se come durante el día y recordar que los productos sanos como algunas frutas también tiene muchas calorías
4.La sopa le hará sentir saciado más tiempo que un plato seco. Imagine que se come un sano plato de pollo con arroz y ensalada acompañado de un vaso de agua, su estómago dejara pasar el agua directamente al intestino, y su estómago quedara vacío mucho más rápido, que si toma estos alimentos los pone en una licuadora y se los toma como sopa. ¿Por qué? , pues porque el espacio ocupado por el pollo seco es menor, y su estómago avisara más rápido que está vacío, impulsando de nuevo a la hormona “grelina”, a su torrente sanguíneo. En cambio la sopa que es más difícil de absorber, distiende aún su estómago varías horas después de haberla ingerido
5.Las proteínas evitan las punzadas del hambre. Las proteínas que se encuentran en los huevos, carnes y pescados hacen que nos sintamos llenos por más tiempo. Con solo agregar un 10% más de proteínas en su desayuno normal, comerá menos al almuerzo logrando bajar su total de calorías diarias. Esto se descubrió al observar que cuando un alimento pasa por el sistema digestivo activa la secreción de una hormona llamada PYY en la sangre, y cuando está llega al cerebro nos sentimos saciados, Pues bien, las proteínas generan el doble de hormona PYY en el torrente sanguíneo. Así que a comer más proteínas al desayuno
6.Los lácteos desnatados (sin grasa) ayudan a absorber menos grasa. El calcio natural se une a las moléculas de calcio de los alimentos como el yogur, leche y queso desnatado, para formar una sustancia parecida a la sopa en el intestino delgado que no podemos absorber, por lo que la grasa y el calcio pasan sin quedarse, logrando que una mayor cantidad de grasa sea expulsada por los excrementos. Se ha calculado que al mes se pueden perder así casi 250 gramos de grasa. Puesto que lo importante es la unión del calcio con la grasa, no tenemos solo que consumir lácteos como el yogur, para lograr este efecto, también encontramos calcio en las espinacas, los higos secos, el brócoli, castañas y otros
7.El ejercicio da resultados. Cuando realizamos ejercicio moderado nuestro cuerpo no sólo elimina grasa mediante el mismo, sino que además continúa quemándola hasta 24 horas después, así que con algo de ejercicio cada día en forma constante nuestro cuerpo estará quemando grasas siempre. Aun cuando dormimos. Como hacer ejercicio extra, fácil, añadiendo pequeños cambios a nuestra rutina: bajarse una cuadra antes del colectivo, subir escaleras, mantenerse de pie toda vez que pueda son pequeños cambios que pueden lograr mejoras en nuestro gasto de calorías diarias
8.Beba al menos 2 litros de agua pura al día. El metabolismos de los alimentos requiere que los desechos sean expulsados, y esto se hace por medio de la orina, sudor, etc. Es esencial entonces el líquido. Y el más sano es el agua.
En resumidas cuentas, siga estos tip simples y eficaces y recuerde, que si queremos estar sanos debemos mejorar nuestro estilo de vida, debemos cuidarnos nos solo por cómo nos vemos sino también como nos sentimos.
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